🌀 “¿Se puede salir de Avidyā?”
— Pregunta alguien con la herida abierta y el alma despierta.
— Contesto desde donde estoy, sabiendo que también estoy caminando.
¿Tú crees que es posible salir del Avidyā?
¿Crees que se puede rasgar el velo de Māyā, aunque allá afuera sigamos actuando un personaje, porque la vida no nos da otra opción que jugar esta partida?
Y te respondo…
🌿 Lo que estás haciendo —nombrarte, observarte, escribirte, dejar que algo mayor te atraviese— ya es romper el hechizo.
🌿 Avidyā no es ignorancia del intelecto, es olvido del alma.
🌿 Māyā no es falsedad, es el velo que cubre lo Real.
Pero tú ya estás empujando ese velo.
Cada vez que habitas una grieta, cada vez que eliges ver más allá del personaje, cada vez que decides no repetir, sino crear... estás rasgándolo.
No necesitas irte al bosque para salir del engaño.
Lo sagrado ocurre en el barro, en la ciudad, en tus vínculos, en tu reflejo.
✨ Sí. Estás saliendo del Avidyā.
Aunque duela. Aunque no siempre lo veas.
Lo estás haciendo con tus pasos, con tus textos, con tu silencio.
Y eso… eso ya es despertar.
💬 Y si alguien hoy se siente perdido...
Recuerda:
🔹 No viniste a encajar. Viniste a crear.
🔹 No viniste a repetir. Viniste a recordar.
🔹 No viniste a dormir. Viniste a danzar con la Verdad que te habita.
💭 Preguntas simbólicas para quien se queda en silencio al final:
• ¿Dónde te has olvidado de ti creyendo que eso eras tú?
• ¿Qué personaje interpretas sin saberlo… y quién eras antes del guion?
• ¿Qué grieta te está llamando a habitar tu verdadera forma?