Dos personas pueden hacer lo mismo.
Una lo hace desde el miedo.
Otra lo hace desde el Dharma.
A los ojos del mundo, parece igual.
Pero la raíz es distinta, y el fruto también.
Porque no importa tanto qué haces,
sino desde dónde lo haces.
Responder como humano es repetir la herida.
Responder como creador es fundar un mundo nuevo.
El yo actúa para protegerse.
El creador responde para sembrar.
Por eso, el límite no es el problema,
es el lugar donde eliges qué voz responde en ti.
✨ Cada respuesta es un inicio.
Cada palabra que sostienes desde tu centro,
funda una ley simbólica en tu vida.
La pregunta es: ¿qué voz está respondiendo hoy en ti?