✨ Puedes cambiar de historia… pero si no torsionas el hilo, se repite...
Puedes cambiar de pareja.
Puedes cambiar de ciudad, de escenario, de historia.
Incluso puedes cambiar la voz, la mirada, la forma en que te dicen “te quiero”.
Pero si sales de una relación que dolió sin habitar el agujero que dejó,
si saltas al siguiente vínculo sin mirar el patrón que tú mismo tejiste,
puede que no estés empezando algo nuevo…
sino repitiendo algo viejo con otra cara.
No es mala suerte.
No es que siempre falles.
No es que el amor no sea para ti.
Es que aún hay una zona ciega que pide ser habitada.
No viniste a encajar.
Viniste a recordar.
A torcer el bucle que repites en nombre del amor.
Y esa torsión...
empieza contigo.
No es culpa.
Es poder.
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A veces, el patrón no se rompe de golpe…
sino por una sola palabra que te hace verlo distinto.