💠Lo que escuchas cuando no haces silencio.
No todo lo que escuchas viene de fuera…
A veces, lo más verdadero te llega cuando no haces silencio para callar, sino para recibir.
AhÃ, en ese borde invisible entre lo dicho y lo no dicho, empieza la escucha iniciática.
Porque no se trata de prestar atención a las palabras…
Sino de captar desde dónde alguien está hablando.
O incluso más: desde dónde estás tú recibiendo.
Escuchar no es esperar tu turno para responder.
Ni siquiera es entender.
Escuchar es un acto mágico.
Una operación que, si está viva, puede mover realidades enteras.
Lo sabÃan los antiguos.
Lo sabÃa Borges, cuando decÃa que a veces, el otro está diciendo algo distinto a lo que parece decir.
Lo sabÃa Cervantes, cuando hizo hablar a su Quijote con lenguas que no eran suyas.
Y lo sabes tú cuando, por un segundo,
sientes que lo que se dijo no fue lo importante…
sino lo que se movió entre lÃneas.
Ahà empieza el Camino…
No se trata de buscar explicaciones.
Sino de registrar movimientos.
Lo que el mundo te dice no siempre tiene forma de frase.
Pero sà tiene forma de sÃmbolo.
Y cuando eso se escucha, lo imposible ocurre.
No porque lo fuerces.
Sino porque ya no eres quien escuchaba desde el personaje.
Y entonces, el mundo,
—ese mundo que parecÃa mudo—
responde.
🌾 Pregunta para quien lee:
¿Qué parte de ti responde cuando el mundo te habla?