🐱 El misterio del gato – Guardián de los umbrales
✨ Este texto forma parte de mi pequeña arca de Noé: un viaje intercalado por pequeñas historias que nos muestran que lo que creemos cuidar… también nos cuida.
Hay criaturas que parecen vivir entre dos mundos.
Los gatos son de esas presencias.
Nunca pertenecen del todo: están y no están, se acercan y se retiran, ofrecen ternura y a la vez guardan sus límites con firmeza.
El gato nos enseña la paradoja de la proximidad y la distancia.
Nos recuerda que la verdadera compañía no nace de la dependencia, sino de la libertad. Que amar no es poseer, sino respetar el espacio del otro.
En su andar silencioso, el gato parece atravesar puertas invisibles. Es símbolo de intuición, misterio, conexión con lo que no se ve. Su mirada nocturna nos recuerda que dentro de nosotros también hay un ojo interior capaz de ver en la oscuridad.
Aprendemos de él la soberanía de lo íntimo: nadie puede forzar su cariño, nadie puede apresar su alma. Su confianza se gana con paciencia, respeto y escucha. Y una vez lograda, se convierte en la compañía más fiel, porque no nace del miedo sino de la elección.
Reflexión final
¿Dónde en tu vida necesitas aprender a poner límites como el gato?
¿Y dónde necesitas soltar el control, para permitir que el amor llegue sin forzarlo?