🌿 Doblarse sin romperse
A veces la vida te sacude.
Te dobla. Te empuja. Te tensiona.
Y tú te adaptas.
Aprendes.
Te moldeas.
Pero también…
te posicionas.
Porque doblarte no es romperte.
Es habitarte en medio del viento.
Es sostenerte desde dentro,
como la rama que se curva bajo el huracán,
pero no se quiebra.
Ahí es donde crece tu verdadera raíz.
No en lo que resistes,
sino en lo que atraviesas.
Ahí florece la fuerza que no se ve:
la que cede sin rendirse,
la que baila con la tormenta
y vuelve a erguirse…
más viva.